Es importante que reflexionemos conjuntamente sobre el progreso de las mujeres en Guatemala, pero también que analicemos y tomemos acción sobre las brechas que limitan la plena participación de las mujeres en actividades económicas y productivas, y en espacios de toma de decisión en condiciones de igualdad.
Las mujeres en Guatemala siguen luchando por sus derechos y libertades. A pesar de que en la Constitución Política de la República de Guatemala se garantiza la igualdad entre mujeres y hombres, las mujeres en Guatemala siguen en desventaja. Las guatemaltecas sufren de discriminación en todos los ámbitos de la vida: en el acceso a la educación, la salud, el empleo y la propiedad. Además, enfrentan violencia de género en todas sus formas: física, sexual, psicológica y económica. Otra de las razones por las que las guatemaltecas no tenemos acceso a la justicia es por la poca confianza en las instituciones y en los procesos judiciales.
La igualdad ante la ley y el respeto son materia de derechos humanos y como ciudadanos, todos los guatemaltecos tenemos que involucrarnos. La lucha por la igualdad de género es de todos los guatemaltecos.
Queremos una sociedad más justa e igualitaria
El 8 de marzo es una fecha para reafirmar nuestro compromiso con la igualdad de género y celebrar los avances alcanzados, pero también es una oportunidad para exigir nuevas acciones que nos lleven a una sociedad más justa e igualitaria.
Es factible que algunas disparidades y asimetrías sean solamente el resultado de la inercia de un sistema arcaico que nació siendo discriminatorio y basado en privilegios. Por ello mismo debemos alzar la voz y seguir señalando todas las diferencias discriminatorias y peyorativas que las mujeres del mundo y Guatemala sufrimos. No se trata de "quejarnos de todo", como podría malinterpretarse, sino de llamar a las cosas como son. Demandar justicia e igualdad no es un capricho, es dignidad, sororidad y amor propio.
¿Cómo podemos avanzar hacia una sociedad integrada, cohesiva e igualatoria?
Es necesario avanzar hacia una distribución más equitativa de los cuidados y el trabajo no remunerado en los hogares. Las mujeres realizan la mayoría de estas tareas, pero no reciben el reconocimiento ni la remuneración que se merecen.
Es fundamental garantizar el acceso a educación equitativa y de calidad para todas las niñas y mujeres. La educación es un derecho fundamental, y es clave para el avance de la igualdad de género.
Las mujeres y las niñas son las principales víctimas de la desigualdad y la discriminación. Por eso, es necesario poner fin a todas las formas de violencia contra las mujeres y las niñas. La violencia tiene un impacto negativo en el desarrollo de las niñas y mujeres.
Es momento de actuar. Es momento de construir un país donde las mujeres y las niñas sean libres de desarrollar sus capacidades personales y tomar sus propias decisiones, sin ningún tipo de limitación impuesta por los estereotipos, prejuicios y roles fijados en función del género.
Este 8 de marzo, exijamos:
Igualdad de oportunidades en el mundo laboral.
Distribución más equitativa de los cuidados y el trabajo no remunerado en los hogares.
Acceso a educación equitativa y de calidad para todas las niñas y mujeres.
Fin a todas las formas de violencia contra las mujeres y las niñas.
Sororidad.
Lyz Colocho
Fundación Luis Colocho
Igualdad de género hoy para un mañana sostenible | #díadelamujer
«Este 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, únase a ONU Mujeres y al mundo bajo el lema "Igualdad de género hoy para un mañana sostenible" y reclame una acción por el clima por y para las mujeres».
Comments